Protege tu piel y disfruta del verano
A todo el mundo le gusta lucir una piel bronceada y brillante en verano, pero no debemos olvidar que la exposición solar debe llevarse a cabo con el máximo de precaución y responsabilidad.
Cada año los dermatólogos nos advierten de los daños que puede provocar un exceso de exposición solar. El envejecimiento prematuro, la aparición de arrugas o las manchas en la cara son los problemas más frecuentes, pero que al final se tratan de meras complicaciones estéticas. Lo que realmente debería preocuparnos son los problemas para nuestra salud, como las quemaduras solares o el cáncer de piel que representa uno de cada tres en el mundo. Solo en España se diagnostican alrededor de 77.000 nuevos casos al año.
Un control responsable del tiempo que pasamos expuestos a los rayos solares sería la medida más efectiva, puesto que no necesitamos más de 15 minutos al día para recibir la dosis necesaria de vitamina D para nuestro organismo. Pero todos sabemos que sobre todo en verano y vacaciones las playas y piscinas son los lugares más visitados. Por eso se hace tan necesario llevar siempre encima un buen protector solar.
¿Sabes cuál es el protector solar que tu piel necesita?
Dependiendo del tipo de piel que tengas, necesitas un protector que pueda cubrir más o menos espectro de radiación solar para prevenir, e incluso reparar, los efectos perjudiciales de los rayos solares.
El factor de protección o SPF más adecuado sería de 50 o 50+, nunca por debajo de 30 sobre todo si tienes una piel sensible. Además, en los últimos años las olas de calor son más frecuentes y la temperatura global del planeta aumenta hasta cotas preocupantes. Por lo que no debemos bajar la guardia en lo que a la protección solar se refiere.
Para saber si un protector solar es adecuado y te asegura una buena protección, debe tener estas propiedades básicas:
- Proteger de los rayos UVA y UVB, que pueden producir desde eritemas, quemaduras hasta cáncer de piel.
- Proteger de los IR (infrarrojos) que son los responsables de la inflamación y alteración de la dermis profunda (fotoenvejecimiento).
- Proteger también de la luz visible, sobre todo en personas con pigmentaciones como melasma o léntigos.
- Incluir antioxidantes tópicos, que son muy importantes para reducir el estrés oxidativo que genera la radiación, además de contener agentes reparadores del ADN.
Algunos consejos para usar la crema solar este verano
En ocasiones damos por sentado que sabemos todo lo necesario para afrontar el verano con todas las garantías para proteger nuestra piel. Y tan solo siguiendo unos pequeños consejos podríamos disfrutar un verano genial y sin inconvenientes.
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Aplicar el protector como mínimo media hora antes de la exposición solar. Lo ideal sería aplicar el protector solar en casa, antes de ir a la playa, y hacerlo en todo el cuerpo. No debemos olvidar la especial importancia de la protección facial, puesto que la cara siempre está al descubierto y es la parte del cuerpo más expuesta al sol.
- Usar siempre una cantidad adecuada y generosa. Aunque tampoco es bueno pasarse, es peor quedarse corto, pues esto llevaría a una protección inadecuada. Lo ideal sería llenar la palma de la mano en cada aplicación y usar, por lo menos, dos dedos de producto en la cara.
- Volver a aplicar protección solar cada 2 horas y después de cada baño. Re-aplicar, es casi tan importante como aplicar. Mucha gente piensa que con una sola aplicación ya tiene suficiente para todo el día y esto es uno de los errores más frecuentes que llevan a problemas en la piel. Si un protector es waterproof (resistente al agua) asegura una mayor duración del producto en el agua, pero no hay que bajar la guardia, así que, tras cada baño, con la piel seca, es necesario aplicar de nuevo el protector.
- Tener especial cuidado en el caso de los niños. La piel de los más pequeños es más sensible que la de un adulto y está más expuesta a los efectos nocivos del sol. Por lo tanto, hay que reducir el tiempo entre aplicaciones y refrescar la piel con frecuentes baños. Hay protectores infantiles especialmente indicados para sus pieles sensibles.
- Utilizar un Aftersun adecuado al terminar la exposición solar. Un aftersun o gel refrescante y calmante, garantiza una hidratación de 24 horas. Además, alivia y reconforta la piel cuando aún está expuesta a las agresiones de los rayos UV, incluso después de la exposición al sol.
Si sigues todos estos consejos, disfrutarás de este verano, lucirás bronceado y lo más importante, tendrás una piel cuidada y protegida. ¡Buenas vacaciones!
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